ES EL TANQUE DE LA DEHESA, o dicho de otro modo el camión de la basura. Limpian, reciclan y además protegen al resto de animales del entorno, de posibles plagas.
En España existen unas 15.000 o 20.000 especies. Son los verdaderos dueños del planeta. Han sobrevivido incluso a la extinción de los dinosaurios. Sin embargo los agricultores empiezan a echar de menos a estos peloteros jugando con sus bolas de estiércol. Por eso uno de los cometidos del Programa Life LiveAdapt es el estudio de los escarabajos coprófagos en este nuevo escenario que nos rodea.
Los peloteros hacen rodar bolas de excrementos para transportarlas y usarlas como micro-hábitat. Pero el peligro de medicar en exceso a los rumiantes pone en peligro al animalito en cuestión. Los expertos ya han lanzado un S.O.S pidiendo un mayor control sobre el uso de antiparasitarios y que se examine su impacto sobre los escarabajos.
El medicamento que se suministra al ganado para evitar la proliferación de parásitos, queda como resto en los excrementos, algo que no gusta demasiado al escarabajo y pasa de llevárselos en su camión de la basura. Admitamos que estos pequeños resultan de lo más eficientes como agentes de limpieza, salvo por esta licencia, que ocasiona que dichos excrementos no se reciclan, impiden el crecimiento del pasto y lo hacen improductivo.
El estiércol de los animales medicados emite 1,8 veces más metano que el estiércol no medicado. Los investigadores apuntan la hipótesis de que los antibióticos cambian la actividad microbiana en el intestino de la vaca, y por tanto podría aumentar la emisión de gases de efecto invernadero no sólo en las deposiciones sino también en los eructos y flatulencias.
Así que pocas bromas con el bichito: el Instituto Americano de Ciencias Biológicas informa que los escarabajos peloteros salvan a la industria ganadera de Estados Unidos un estimado de 380 millones de dólares al año a través del enterramiento de las heces de ganado.