Life LiveAdapt no es un juego de palabras, ni una marca de ropa.
Es un proyecto que late por toda Europa como una especie de llamada al orden: “prietas las filas”. Nos ponemos serios para hablar del CLIMA.
Life LiveAdapt se ha puesto manos a la obra para desarrollar técnicas que contribuyan a la mitigación y adaptación al cambio climático. Ninguna broma con esto. Hoy mismo el Gobierno ha establecido la emergencia climática, dotando a las CCAA con 130.000 millones de euros. ¡Estamos avisados!
¿Por qué nos incumbe la cuestión? El paisaje es la anatomía del corazón. Sin paisaje no hay futuro ni presente. El ecosistema, no es otra cosa que aquello que pisas, hueles y contemplas: hongos y arbustos, predios infinitos, pasto húmedo y cabras muy locas; las churras y merinas, expresión que usa tu madre cuando mezclas ropa de color en la colada. Reconoce que mezclas “churras con merinas”.
Life LiveAdapt nace con el propósito de recordar que a través de la NATURALEZA en su estado más libre y salvaje posible, se preserva el mundo en su conjunto. Y para ello propone un viaje a través de los sentidos y los quehaceres del campo; el manejo de la tierra tal y como lo hacían nuestros tatarabuelos. Hidratar la tierra con el cosmético más natural que se conoce, crema fresca, lactancia pura que emana del animal.
El supuesto progreso no está en el beneficio económico de la tierra, en su salvaje explotación o rentabilidad. El progreso por el que ya se aboga, es el viaje a lo ancestral. UN VIAJE ANIMAL. El prado es el inicio de todo. El ciclo divino de la ganadería extensiva como el mayor compromiso del hombre con el planeta: “plantar los pies en el campo y pasar el día como un animal”. Como diría Thoreau en “WALDEN” (La biblia campesina)